martes, 1 de mayo de 2012

Cómo reconocer a una no-relación que se convierte en pololeo

Ya que Miss Rita no ha hecho explícitos los indicadores que convierten a esa no relación que usted, señorita lectora, mantiene con algún mijito rico por ahí, me veo en la necesidad de señalárselas, no vaya a ser que el mundo esté pasando frente a sus ojos y el tren ya vaya llegando a Puerto Montt; mientras usted, ahí, sin asumir lo evidente. Recuerde, estos son tiempos modernos, pedir pololeo is too mainstream. Ahora lo que la rompe entre las nuevas generaciones es bailar Psycho Killer, raparse los lados de la cabeza (Slowpoke!) y no oír el tan popular en los tiempos de colegio y/o mechones "¿Quieres pololear conmigo?". Así que, lea y anote estos tres sencillos puntos.

1. El mensaje de texto diario: OK, convengamos en que lo más probable es que usted no vea al joven en cuestión a diario; pero, atenta! Si intercambian SMS a diario, deseándose los buenos días, buenas noches y/o todas esas cosas medias mamonas que a usted le gustan aunque lo niegue; entonces usted ya está en la fase número uno que lleva a su pseudo relación a convertirse en pololeo. Ahora bien, esto deja de suceder alrededor de los 6 meses de relación, según me informó la fuente ya mencionada de este artículo.

2. Van a comprar cosas pa la casa de alguno de los 2 juntos al supermercado. Ir a comprar una chela o copete e incluso alguna cuestión pa comer o para cocinar en el momento no vale porque aún cabe dentro de la categoría de cita o parafernalia montada para simplemente follar.

3. Noche de viernes/sábado viendo películas: Acá la cosa ya está poniéndose más seria, sin lugar a dudas. Dejar una de esas noches, que antes solían ser para salir a huevear y tomar Michelada, o bien para salir cada uno por su lado; y dedicarse a quedarse acostados viendo películas o series mientras hacen Cucharita... listo, ha llegado a la segunda fase de la cuasi relación. Hasta puede que cocinen algo rico y luego se irán a acostar abrazaditos. Romántico, pero, atenta! que luego de eso se da paso a los inevitables puntos siguientes.

4. Tus amigos o amigas lo tienen de amigo en facebook (es un rasgo en el caso que no lo conocían de antes, evidentemente).

5. Dejar el cepillo de dientes en la casa de él, o él en la suya. No vale la pena explicar nada. Esta wea salió hasta en un comercial.

6. El almuerzo de presentación con los papás: Listo. Fin de la historia. Usted pasa los dos puntos anteriores y termina un sábado cualquiera conociendo a los padres del sujeto en cuestión y, voilà! Usted está pololeando, aunque no exista una petición formal. Le recomiendo, a título personal, fijarse detenidamente en este punto, puesto que la actitud de su comodeseellamarlo le va a traer grandes lecciones para el futuro. Así que, como siempre le repetimos, ojo con los mamones! No vaya a ser que sea demasiado tarde y termine dándose cuenta que metió las patas de nuevo y que volverá al punto de partida del Monopoly del amorsh. Usted verá como lo hace, yo solo cumplo con informar, desde el lugar de los hechos.

Nota: Los indicadores anteriores fueron comprobados empíricamente por Marla, al punto que nos vimos en la obligación de sacarla del blog por haber abandonado su condición de soltera.